automativacion

La automotivación


La motivación está compuesta por todos los factores capaces de provocar, mantener y dirigir la conducta hacia un objetivo. La motivación es el impulso que conduce a una persona a elegir una acción entre aquellas alternativas que se muestran en una determinada situación.

La desmotivación constituye la pérdida de interés y de significado del objetivo, o la imposibilidad de alcanzarlo.

Una persona desmotivada reduce la productividad hasta un 50%, aumenta el absentismo y la rotación laboral. La desmotivación produce frustración e insatisfacción, que a su vez provocan problemas laborales, sociales y de salud.

Los factores que contribuyen a la satisfacción y motivación en el trabajo son distintos e independientes de los factores que tienden a provocar insatisfacción.

Los hechos relacionados con el reconocimiento, realización, logro, trabajo en sí mismo, promoción y responsabilidad contribuyen normalmente a producir satisfacción en el trabajo y raramente insatisfacción. Son denominadas satisfactores, factores de crecimiento o motivadores.

La remuneración o salario, estatus, seguridad, dirección, relaciones humanas, política, normas, procedimientos de gestión de la empresa, relación con los superiores y condiciones del trabajo son normalmente causa de insatisfacción y raramente de satisfacción, siendo denominadas insatisfactores o higienizantes. No producen satisfacción, pero permiten prevenir la insatisfacción.

Los insatisfactores son extrínsecos al trabajo, es decir, corresponden al entorno en el que se desarrolla el mismo, en cuanto a normas y capacidad directiva.

Unas deficientes condiciones de trabajo, una mala administración de la empresa y deficiente estilo de dirección determinarán insatisfacción en el trabajo. Una buena política, administración, condiciones de trabajo, no determinarán por si mismas satisfacción en el trabajo. Por el contrario, el reconocimiento, trabajo interesante, responsabilidad y promoción, determinarán satisfacción en el trabajo. Su ausencia conduce con poca frecuencia a la insatisfacción.

Cuando percibimos que somos tratados con poca atención y justicia por la empresa, desarrollamos sentimientos de insatisfacción en el trabajo. En determinadas circunstancias, la ausencia de promoción y los agravios comparativos con otros compañeros, la falta de reconocimiento, la privación de participación, el rechazo continuo de nuestras ideas, la desinformación, la desconfianza, la incongruencia de los objetivos y un trabajo aburrido, monótono e irrelevante pueden provocar desmotivación.

La importancia que un determinado factor tiene como causa de insatisfacción en el trabajo depende de variables como el puesto, la edad, formación, cultura y necesidades.

Las fases de la desmotivación son:

  • Primero, la confusión fruto de la discordancia entre lo que consideremos que son nuestras funciones en el trabajo y lo que realmente estamos realizando
  • Segundo, la indignación, una vez que nuestro superior rechaza continuamente nuestras ideas y se inmiscuye en nuestro ámbito de decisión y actuación
  • Tercero, la expectativa inconsciente de pensar que se podrá alcanzar los objetivos a pesar de las incongruencias de nuestro superior. En esta fase anhelamos situaciones o empleos anteriores
  • Por último, la depresión, una vez que el conflicto con nuestro superior ya es abierto. Ante esta situación, se suele adoptar una actitud pasiva, desarrollando el trabajo sin energía y con desilusión, desgana y apatía.

La automotivación es el medio por el cual podemos alcanzar el nivel de entusiasmo deseado para triunfar. Es la forma de manejar nuestra mente y nuestro cuerpo para conseguir las reacciones positivas deseadas.

Las técnicas de automotivación ayudan a superar aquellos momentos en los cuales todo lo que realizamos carece de sentido. A continuación te mostramos una serie de técnicas de automotivación:

1. Cambiar la forma de pensar, considerándonos como los autores de nuestras acciones y los responsables de lograr nuestros objetivos. Pasamos de ser víctimas de las circunstancias a ser protagonistas de nuestra propia vida. Mientras mayor control tengamos sobre nuestra vida, mayor fortaleza tendremos para enfrentar los desafíos. Afrontar la vida y el trabajo con una actitud positiva que podremos conseguir los objetivos que nos marquemos.

2. Marcarnos una meta clara y realista, a ser posible por escrito. De esta forma nos obligará aún más. La automotivación es un proceso continuo, una vez que se logra una meta debemos fijarnos la siguiente.

3. Establecernos pequeños objetivos que nos dirijan hacia la meta marcada anteriormente. De igual forma, para aquellas actividades que nos resultan aburridas, monótonas o difíciles, debemos fijarnos pequeños objetivos, intentando transformarlas en tareas más amenas. Piensa en los beneficios que obtendrás al realizar la tarea, no el trabajo de hacerla.

4. Revisa tus logros. Analiza si has alcanzado los pequeños objetivos. Si es así, prémiate con pequeñas recompensas.

5. Analiza los factores desmotivantes. Elimina aquellos que puedas. Coloca en una balanza los factores desmotivantes que queden frente a los factores motivantes. Posiblemente no estés tan mal como pensabas.

6. Disfruta en el trabajo. Plantéatelo como si fuera un auténtico placer. Encuentra oportunidades en las amenazas. Transforma lo negativo de la vida en positivo.

7. Comienza el día con un buen principio. Plantéate todos los días a primera hora que va a ser un buen día. Visualiza que todo va a salir bien y conseguirás lo que te propones.

8. Aprende de los fracasos y de los errores. Potencia la autoestima y el conocimiento. De esta forma, evitarás que se repitan las mismas equivocaciones.

9. Uno de los factores más importantes de la automotivación es el aprendizaje constante. Analiza tus carencias, amplia tus conocimientos y desarrolla tu potencial.

10. Si consideras que realizas trabajos que no se corresponde a tu nivel de aspiración, imponte tareas de mayor responsabilidad, ten iniciativa y haz las cosas mejor.

11. Integra tus tareas en un objetivo más grande, haciendo que tu actividad tenga más sentido. Dale un sentido superior al trabajo. Plantea una estrategia de crecimiento dentro de unas metas más trascendentales. Por ejemplo, si eres un agente de seguros, no te veas como un simple vendedor de seguros, sino como un asesor que ayuda a tus clientes a hacerle la vida más segura.

12. Realiza pausas para romper la monotonía y recuperarte mentalmente.

13. Mantén un equilibrio entre lo laboral y lo personal. Participa en actividades sociales que ayuden a elevar tu autoestima. Practica algún ejercicio, lleva una alimentación sana y descansa las horas que sean necesarias. La automotivación requiere energía y resistencia.

Para finalizar, puedes realizar el siguiente ejercicio para automotivarte. Relaja absolutamente todos tus músculos y elimina de tu mente los factores desmotivantes. Emplea el tiempo que sea necesario para ello. Después, ponte en pie, estira la espalda, sube los hombros, saca pecho, respira de forma completa, mira al frente y repítete: “Me siento bien. Me siento feliz y estoy totalmente MOTIVADO”. Mientras haces esto, sonríe con el corazón, con los ojos y con la boca.


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